Es una metáfora absurda, pero por otro lado quiere decir que en un pequeño gesto pasan un montón de cosas. La vida entera se puede comprender desde una célula.
El móvil dedo escribe, y después de haber escrito sigue moviéndose. Ni toda su piedad, ni su ingenio pueden inducirlo a borrar ni media línea. ¡ni todas sus lágrimas podrán borrar una sola palabra¡
domingo, 9 de diciembre de 2007
Responde: Fito Páez
Es una metáfora absurda, pero por otro lado quiere decir que en un pequeño gesto pasan un montón de cosas. La vida entera se puede comprender desde una célula.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Gustavo Adolfo Becquer "CARTAS LITERARIAS A UNA MUJER"
CARTA I
En una ocasión me preguntaste:
-¿Qué es la poesía?
¿Te acuerdas? No sé a qué propósito había yo hablado algunos momentos antes de mi pasión por ella.
-¿Qué es la poesía? -me dijiste.
Yo, que no soy muy fuerte en esto de las definiciones te respondí titubeando:
-La poesía es..., es...
Sin concluir la frase, buscaba inútilmente en mi memoria un término de comparación, que no acertaba a encontrar.
Tú habías adelantado un poco la cabeza para escuchar mejor mis palabras; los negros rizos de tus cabellos, esos cabellos que tan bien sabes dejar a su antojo sombrear tu frente, con un abandono tan artístico, pendían de tu sien y bajaban rozando tu mejilla hasta descansar en tu seno; en tus pupilas húmedas y azules como el cielo de la noche brillaba un punto de luz, y tus labios se entreabrían ligeramente al impulso de una respiración perfumada y suave.
Mis ojos, que, a efecto sin duda de la turbación que experimentaba, habían errado un instante sin fijarse en ningún sitio, se volvieron entonces instintivamente hacia los tuyos, y exclamé, al fin:
-¡La poesía..., la poesía eres tú!
¿Te acuerdas? Yo aún tengo presente el gracioso ceño de curiosidad burlada, el acento mezclado de pasión y amargura con que me dijiste:
-¿Crees que mi pregunta sólo es hija de una vana curiosidad de mujer? Te equivocas. Yo deseo saber lo que es la poesía, porque deseo pensar lo que tú piensas, hablar de lo que tú hablas, sentir con lo que tú sientes; penetrar, por último, en ese misterioso santuario en donde a veces se refugia tu alma y cuyo umbral no puede traspasar la mía.
Cuando llegaba a este punto se interrumpió nuestro diálogo. Ya sabes por qué. Algunos días han transcurrido. Ni tú ni yo lo hemos vuelto a renovar, y, sin embargo, por mi parte no he dejado de pensar en él. Tú creíste, sin duda, que la frase con que contesté a tu extraña interrogación equivalía a una evasiva galante.
¿Por qué no hablar con franqueza? En aquel momento di aquella definición porque la sentí, sin saber siquiera si decía un disparate. Después lo he pensado mejor, y no dudo al repetirlo; la poesía eres tú. ¿Te sonríes? Tanto peor para los dos. Tu incredulidad nos va a costar: a ti, el trabajo de leer un libro, y a mí, el de componerlo.
¡Un libro! -exclamas, palideciendo y dejando escapar de tus manos esta carta-. No te asustes. Tú lo sabes bien: un libro mío no puede ser muy largo. Erudito, sospecho que tampoco. Insulso, tal vez; mas para ti, escribiéndolo yo, presumo que no lo será, y para ti lo escribo.
Sobre la poesía no ha dicha nada casi ningún poeta; pero, en cambio, hay bastante papel emborronado por muchos que no lo son.
El que la siente se apodera de una idea, la envuelve en una forma, la arroja en el estudio del saber, y pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre esa forma, la examinan, la disecan y creen haberla entendido cuando han hecho su análisis.
La disección podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano; pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida, ¿cómo se estudian en un cadáver?
No obstante, sobre la poesía se han dado reglas, se han atestado infinidad de volúmenes, se enseña en las universidades, se discute en los círculos literarios y se explica en los ateneos.
No te extrañes. Un sabio alemán ha tenido la humorada de reducir a notas y encerrar en las cinco líneas de una pauta el misterioso lenguaje de los ruiseñores. Yo, si he de decir la verdad, todavía ignoro qué es lo que voy a hacer; así es que no puedo anunciártelo anticipadamente.
Sólo te diré, para tranquilizarte, que no te inundaré en ese diluvio de términos que pudiéramos llamar facultativos, ni te citaré autores que no conozco, ni sentencias en idiomas que ninguno de los dos entendemos.
Antes de ahora te lo he dicho. Yo nada sé, nada he estudiado; he leído un poco, he sentido bastante y he pensado mucho, aunque no acertaré a decir si bien o mal. Como sólo de lo que he sentido y he pensado he de hablarte, te bastará sentir y pensar para comprenderme.
Herejías históricas, filosóficas y literarias, presiento que voy a decirte muchas. No importa. Yo no pretendo enseñar a nadie, ni erigirme en autoridad, ni hacer que mi libro se me declare de texto.
Quiero hablarte un poco de literatura, siquiera no sea más que por satisfacer un capricho tuyo, quiero decirte lo que sé de una manera intuitiva, comunicarte mi opinión y tener al menos el gusto de saber que, si nos equivocamos, nos equivocamos los dos; lo cual, dicho sea de paso, para nosotros equivale a acertar.
La poesía eres tú, te he dicho, porque la poesía es el sentimiento, y el sentimiento es la mujer.
La poesía eres tú, porque esa vaga aspiración a lo bello que la caracteriza, y que es una facultad de la inteligencia en el hombre, en ti pudiera decirse que es un instinto.
La poesía eres tú, porque el sentimiento, que en nosotros es un fenómeno accidental y pasa como una ráfaga de aire, se halla tan íntimamente unido a tu organización especial que constituye una parte de ti misma.
Ultimamente la poesía eres tú, porque tú eres el foco de donde parten sus rayos.
El genio verdadero tiene algunos atributos extraordinarios, que Balzac llama femeninos, y que, efectivamente, lo son. En la escala de la inteligencia del poeta hay notas que pertenecen a la de la mujer, y éstas son las que expresan la ternura, la pasión y el sentimiento. Yo no sé por qué los poetas y las mujeres no se entienden mejor entre sí. Su manera de sentir tiene tantos puntos de contacto... Quizá por eso... Pero dejemos digresiones y volvamos al asunto.
Decíamos ¡Ah, sí, hablábamos de la poesía!
La poesía es en el hombre una cualidad puramente del espíritu; reside en su alma, vive con la vida incorpórea de la idea, y para revelarla necesita darle una forma. Por eso la escribe. En la mujer, sin embargo, la poesía está como encarnada en su ser; su aspiración, sus presentimientos, sus pasiones y Destino son poesía: vive, respira, se mueve en una indefinible atmósfera de idealismo que se desprende de ella, como un fluido luminoso y magnético; es, en una palabra, el verbo poético hecho carne.
Sin embargo, a la mujer se la acusa vulgarmente de prosaísmo. No es extraño; en la mujer es poesía casi todo lo que piensa, pero muy poco de lo que habla. La razón, yo la adivino, y tú la sabes. Quizá cuanto te he dicho lo habrás encontrado confuso y vago. Tampoco debe maravillarte. La poesía es al saber de la Humanidad lo que el amor a las otras pasiones. El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.
La ambición, la envidia, la avaricia, todas las demás pasiones, tienen su explicación y aun su objeto, menos la que fecundiza el sentimiento y lo alimenta.
Yo, sin embargo, la comprendo; la comprendo por medio de una revelación intensa, confusa e inexplicable.
Deja esta carta, cierra tus ojos al mundo exterior que te rodea, vuélvelos a tu alma, presta atención a los confusos rumores que se elevan de ella, y acaso la comprenderás como yo.
jueves, 6 de diciembre de 2007
LAS MANERAS DE AMARTE
contemplando Monalizas
no encontré beldad como la tuya.
Y perdiéndome en mundos de luz;
acaricié tu cabello, que envolvía
el corazón; mi corazón y los mundos.
Con dos vidas de más
regalo la mía, para que seas eterna
y admiren tu belleza.
Recojo aromas
por el camino de amantes;
que intrigados por tu respuesta
olvidan el recato,
y las maneras de amarte.
Con manos leales tomaré tu corazón
;con ojos níveos miraré tu alma;
y con el corazón prisionero por tu amor
dejaré en mi celda el deseo y la pasión.
CANTAR Y EXPRESAR
estribillos de Castilla en su antigüedad;
pero hoy versos del alma no saldrán,
entiendan que el arte es para amar.
Hoy mis dedos se enojaron;
la afónica guitarra se echó a llorar
como una niña solitaria;
orgullosa en su despecho.
Válgame, el ser humano,
andando siempre inconforme
en mi respirar, en mi arte
¿pero dónde está tu parte?
Será Padre; el ritmo de la vida
,será acaso la rima de tu verbo
o simplemente la sumisión de tus siervos;
muestra pues ante mis ojos
la verdad de tus hechos.
Si edificar, no puedo
mausoleos en tu nombre;
ni cumplir el caro anhelo
de cada hermano recto
Déjame cantar y expresar
lo que tengo aquí dentro.
La voz quebrantada tengo;
la música a mi lado sentada
con notas embriagadas
de un vino añejo.
LO QUE OCULTAS
Como teme la esencia del mal el amanecer,
A veces seguimos con miedo; mejor no creer,
Caerán del cielo lágrimas de sal
Enfermo
es producida por la ambrosía
que me dejas después
de alcanzar tu piel.
Mis manos temblorosas
se asemejan al de un muerto;
estando ya cansadas de describir
los exaltados rasgos de tu ser.
Otoño frío; en tumba fría
lleva a la cabeza mía;
escenas de mi amada
cuando ella me da la espalda.
¿Qué es lo que quiere
el sentimiento más grande de mí?;
¿qué es lo que quiere saber?
Si yo busco respuestas en él.
No me dejen solo,
no estoy preparado,
el viaje es largo
pero tu amor lo vale.
Carece el mundo de una vida sonriente y tú;
encierras lo que apena y del mundo tu cosechas
en primavera; el dulce amor que en ella lleva;
antaño es el renombre de tus actos risueños.
Quiero escuchar cantar al ruiseñor;
ese canto que aviva el alma
y lo deja caer en arenas de amor
¿madre mía que estoy diciendo?;
si diario te escucho hablar
y nada es comparado a tu vos.
Pido al mundo y a tu amor
alguna oración;cuando mi alma se duerma
y mi corazón pare su canción;
en este mundo que me permitió amar.
De niño yo decía a Dios:
Tú no tienes alegrías que se van
Tú no tienes penas que vienen
“A mis soledades voyde mis soledades yo vengo”.
Sabes el cielo no es como el mundo
y yo no soy nada para tenerlo;
estoy lleno de miedo aquí adentro
y tú eres mi único consuelo.
No te asustes mi amada
así es como siempre pienso;
la vida es como los ojos en su parpadeo
algún día amaneceré muerto
pero hasta ese día negro
es tuyo mi corazón.
NUESTRO ACUERDO
En nuestro acuerdo no entraba el plebeyo;
Bermejo es mi yaga putrefacta; duele tanto;
Duérmete y déjame el sueño acaramelado;
POESÍA ROMÁNTICA
aquel oculto reloj entre cuadros;
cuando se sintió aquel asalto
de su infante corazón pardo.
Entre lágrimas, como lagos;
deliberó de su boca aquel fango
la madre a sus hijos santos...
dejando en sus almas, tajos.
Escuchen; hijos de mi alma.
Decía la madre, con escaso aire;
hoy su padre se va de casa
dejándonos en negro desaire.
No llores más, madre mía...
que el pecho mío se parte;sin ti;
¿de mí que sería?...¡deja de llorar¡..
para poder contemplarte.
Dichas las palabras, por su hijo
el aliento con escaso aire;
se volvió, alimento divino
dando al silencio su pase.
Y el grito sin esperanza
hizo eco en el manso cuarto;
producto de la voz desesperada
De su hija, la de corazón basto.
Di algo; qué pasó... madre mía
unánime fue la pregunta;
a la cual tendría que dar respuesta
y cambiar sus penas en alegrías.
Pero al igual que veneno, sin cura
el divorcio es buen parangón;
y la noticia como carne cruda
disolvió en vida su corazón.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Testimonio de dos hombres (Janet Taylor Caldwell) Comentarios de la obra.
Prólogo:
La historia de Jonathan Ferrier, médico, doctor, de la familia de Taylor Caldwell. Ella vio a esta figura como un Mártir de la medicina, comparado como un santo, en sí los santos realizan obras caritativas y su hacer es reconocido por la sociedad y los medios, no obstante la labor de un bienaventurado de la medicina en un pueblo pequeño puede quedar en el olvido, ésta es la historia de obras y hazañas de un hombre que trasciende más allá de lo que comunmente llamamos medicina.
Cuántos niños no hubieran muerto de no haber sido por los hombres que descubrieron vacunas contra la difteria, la viruela y la poliomielitis, pero cuántos de ellos se recuerdan.
Si bien es cierto la figura de Jonatan ferrier como hombre belicoso de un sentido del humor mal gastado, lucho por la vida de miles de ciudadadanos que hoy en día nadie recuerda con exepción de Dios.
martes, 4 de diciembre de 2007
Antes que crezcan¡¡¡
Esos son los hijos que conseguimos generar y amar a pesar de los golpes de los vientos, de las cosechas, de las noticias y de la dictadura de las horas. Ellos crecieron medio amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y aciertos. Principalmente con los errores que esperamos que no repitan. Hay un período en que los padres van quedando un poco huérfanos de los propios hijos... ya no los buscaremos más de las puertas de las discotecas y de las fiestas. Pasó el tiempo del piano, el ballet, el inglés, natación y el karate... Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas. Deberíamos haber ido más junto a su cama al anochecer, para oír su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia, y a las adolescentes cubrecamas de aquellas piezas llenas de calcomanías, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores. No los llevamos suficientemente al cine, a los juegos, no les dimos suficientes hamburguesas y bebidas, no les compramos todos los helados y ropas que nos hubiera gustado comprarles. Ellos crecieron, sin que agotásemos con ellos todo nuestro afecto. Al principio fueron al campo o fueron a la playa entre discusiones, galletitas, congestionamiento, navidades, pascuas, piscinas y amigos. Sí, había peleas dentro del auto, la pelea por la ventana, los pedidos de chicles y reclamos sin fin. Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, pues era imposible dejar el grupo de amigos y primeros enamorados. Los padres quedaban exiliados de los hijos. "Tenían la soledad que siempre desearon", pero de repente, morían de nostalgia de aquellas "pestes". Llega el momento en que sólo nos resta quedar mirando desde lejos, tosiendo y orando mucho (en ese tiempo, si nos habíamos olvidado, recordamos cómo orar) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad, y que la conquisten del modo más completo posible. El secreto es esperar... En cualquier momento nos pueden dar nietos. El nieto es la hora del cariño ocioso y picardía no ejercida en los propios hijos, y que no puede morir con nosotros. Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño. Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales.... ANTES QUE ELLOS CREZCAN!!!...
PD: Así es. La gente sólo aprende a ser hijo después que somos padres, sólo
aprendemos a ser padres después que somos abuelos... en fin... sólo
aprendemos a vivir después que ya no tenemos más vida.
lunes, 3 de diciembre de 2007
Crítica musical
Escribimos de acuerdo a la velocidad de las cosas, pero ese es un gran libro al estilo de Rodrigo
Frisán, un apasionado artista e ingenioso columnista. Así entonces se habla de la inserción social del personaje en cuestión de su inserción en los medios o de una nueva estrategia empleada para capturar los bolsillos del "pobre escucha" incauto. Que de no ser por la advertencia, caeria en las garras del personaje en cuestión y su empresa, si se viste o no de tal manera, si toma determinados tipos de drogas, si va o no a programas de interés masivo, si pertece o no al Establishment o donde coño sea. en fin, una suma de vanidades que aparentemente no le interesa a nadie, pero que termina forjando un lenguaje y una influencia sobre la cultura de la época. Esta época cada vez más vaciada de su propia nada, y más llena de su propia nada, sin embargo poco se lee sobre las formas de instrumentación, las estructuras rítmicas, los desarrollos melódicos o la yuxtapocisión de todos estos elementos, tampoco son tratados los temas ligados a la edición de un album a su materialización, la calidad del registro, a menos que sea de esta forma "el album suena bien".
Cada vez más hay que tolerar la prepotencia de estos sujetos que ha decir de mi abuelo no saben ni lavarse el culo siquiera. Todo esto sin meternos en los abordajes psicológicos, en las trasnochadas y casi siempre malintencionadas interpretaciones de las actitudes y textos del artista que es un ciruja igual que él, con la única diferencia que observa y hace, desea y concreta, erra y acierta y siempre se pierde, no es cagón, sale al ruedo a enfrentar al mundo, nunca con estrategias tan delimitadas como pretenden hacertelas cargar y con ánimo lúdico que a veces puede tocarse con la coyuntura cultural de un momento. Esto no debería asustar a nadie y mucho menos a ellos que se parecen más a un grupo de tías solteras jugando a la canasta, discutiendo de bombachas, mientras el mundo se cae a pedazos.